El 68 por ciento de los mendocinos no se hace drama con su aspecto físico

Así lo revela una encuesta de UNO en la que participaron 1.524 lectores.

En una encuesta hecha a 1.524 lectores de la versión digital de Diario UNO sobre el nivel de conformidad con su aspecto físico, el 38% dijo estar conforme, el 9,5% señaló que nunca estará a gusto con su cuerpo y el 8% directamente afirmó que no le interesa lo superficial.

Paralelamente, hay 44,5% que no están seguros de aceptarse a sí mismos, pero en el intento creen que estarían mejor con una cirugía estética o un plan de dieta y ejercicios.

Es un grupo que aunque no es la mayoría absoluta, representa a esas personas que se agolpan a las peluquerías para cambiar de look, asisten al gimnasio, están al tanto de últimos tips de la moda, blanquean sus dientes, usan lentes de contacto y eventualmente se hacen masajes reductores. Muestra de que en Mendoza son muchos los que desean presumir un físico escultural es que en la clínica de cirugía plástica Mira se puede acceder a un turno programado recién para un mes.

Una situación similar ocurre en los centros de estética como el Instituto Modelo de Adelgazamiento IMA, de Ciudad, que dirige el doctor Mario Levin. Aquí se atiende a más de 15 pacientes por día con fisioterapia, gimnasio y planes nutricionales.

Para el médico, la opción de modelar el cuerpo va más allá de lo superficial: "Una persona puede estar conforme con su apariencia, pero en el caso de quienes tienen sobrepeso o celulitis no hay que olvidar que están propensos a sufrir enfermedades cardiacas, diabetes y afecciones cerebrales".

Parámetros de belleza
Santo Tomás de Aquino definió la hermosura como todo aquello que agrada a nuestros sentidos sin esfuerzo.

En psicología la clave está en que cada uno encuentre la mejor forma de vivir su cuerpo, sin que la imagen que proyecte en los demás le preocupe. De lo contrario se pueden despertar trastornos alimentarios.

El psicólogo Gastón Cotino consideró que cuando se modifica la imagen corporal se hace para agradar al sexo opuesto, lo cual es un arma de doble filo, pues puede conllevar a una incesante búsqueda por la perfección que hace tambalear la personalidad.

"En las consultas el dilema de la imagen está a la orden del día, donde cambiar esconde un conflicto con el otro sexo y la estima. Para Friedrich Nietzsche significaba ejercer poder por el cuerpo", aseguró.

El especialista recordó que en la película El tiempo, de Kim Ki Duk, los protagonistas se operan innumerables veces al punto de perder la identidad. "En la adolescencia -recalcó- se está terminando de configurar el físico y eso puede acarrear algunas crisis. Lo mismo cuando se envejece y no se asume. A ellos les aconsejo que busquen el modo de vivir y gozar su cuerpo". / Laura Fernández (UNO)