
Una encuesta de UNO Digital reveló que en la provincia aún hay una mayoría que cree que el verdadero amor es para siempre. Suena llamativo en una época de tanto descompromiso.
Si pretendiéramos definir la palabra amor consultando a miles de personas seguramente no llegaríamos a ninguna conclusión. Una opción más sencilla es recurrir a un diccionario. Sin embargo, el significado literal de la palabra amor tiene 14 acepciones diferentes, incluida la referida a una planta.
¿Qué es el amor?, ¿ cuánto dura?, ¿existe el verdadero amor? son algunas de las preguntas que ancestralmente los hombres pretenden contestar una y otra vez sin llegar a obtener certezas al respecto.
Existen enfoques psicológicos, antropológicos y hasta religiosos que intentan explicar cómo surge este sentimiento.
Por ejemplo hace muy poco, una investigación de la Universidad Autónoma de México sobre las sustancias químicas que ocupa el cerebro en el momento del enamoramiento llegó a la conclusión de que el amor perdura cuatro años y se parece mucho a un estado de locura temporal. Pero el estudio no explica cuál es el motivo que lleva a las parejas a casarse y vivir juntos durante muchos años.
Diario UNO en su versión digital, que puede verse en la página www.diariouno.com.ar, consultó a los mendocinos sobre este tema (ver encuesta aparte). Y la participación de los lectores dejó bien en claro que el amor es para siempre, contradiciendo ampliamente aquella visión neuroquímica del sentimiento.
Para ampliar mejor el tema, UNO consultó al psiquiatra Juan Reboredo, quien explicó que la conformación de una pareja pasa por tres etapas inevitables: la primera donde ocurre el enamoramiento. “Dura entre un año y dos. Es un momento de fantasía porque cada uno proyecta en la otra persona las necesidades y los deseos propios. Se cree, erróneamente, que la pareja es incondicional y hay un montón de neurotransmisores funcionando, como la depanina y la feniletalina, que nos provoca un estado de euforia, de bienestar. Es lo que conocemos como flechazo, cuando una persona nos gusta químicamente”.
“Luego –continúa Reboredo– hay un período de crisis en el que esta fantasía de la incondicionalidad declina y aparecen las diferencias. Entonces se ve a la persona tal cual es.
En este tiempo serán construidos los pactos y los acuerdos necesarios para ceder algo en favor del otro, de modo tal que se puedan sortear las diferencias y lograr establecer una relación de amor maduro.
Cuando esta etapa es superada, la historia de amor perdura; si no, simplemente la pareja se separa.
Para Reboredo, el estudio de la UNAM hace referencia a la condición más primitiva de la especie humana que busca garantizar su preservación. Es decir, tiene una mirada darwiniana: una hembra busca un macho adecuado para aparearse, lo corteja, queda preñada, tiene la cría y la cuidan juntos durante 3 años. Por eso hablan de cuatro años.
Pero sin duda que también el amor es un sentimiento profundo, estable y duradero que se logra poniendo voluntad para superar las dificultades.
Por otra parte, Arnoldo Canclini, autor del libro Sí, quiero, que analiza la evolución del matrimonio en Argentina desde la época de la colonia, explicó que “a través de los años la conformación de las parejas ha cambiado sustancialmente. Antes de la inmigración era normal que los gauchos tuvieran más de una mujer, las uniones eran más laxas y sociales. Pero los europeos trajeron esta concepción afectiva del casamiento, con relación a la formación cristiana.
Por supuesto –aclara Canclini– que el amor puede llevar a la locura, como fue el caso de Juana La Loca, que perdió el juicio por Felipe El Hermoso, pero el amor no es algo fisiológico. Es mucho mas complejo, donde cada uno crece y la personalidad se adapta al otro a través de los años de convivencia”. / Carina Pérez

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