Según una encuesta de la versión digital de UNO hecha a 2.907 lectores, es porque transmiten las imágenes cuando no hay restricción a los menores.
¿Qué te parece la presencia de desnudos femeninos en la TV en el horario central? se les preguntó a los lectores de la versión digital de UNO. El 81% de los 2.907 opinadores respondió que le molesta, el 10,3% que no le desagrada y al 8,7%, le da igual.
Por amplia mayoría, hay un rechazo a los desnudos, lo que no se condice con el éxito de programas como Bailando por un sueño, de Marcelo Tinelli.
La socióloga Adriana Vilapriño explica que los desnudos venden porque forman parte de la libido, el deseo y la atracción sexual.
Dice que el problema no es con los desnudos, sino con el horario en que se muestran, pues el que quiere consumir un producto así puede hacerlo; sin embargo, no se estaría cumpliendo con la función de los medios de formar y educar, además de entretener.
“Creo que el rechazo se debe a que no hay libertad. No hay una emisión restringida, lo cual es una intromisión a la decisión de los padres (respecto a cuidar lo que sus niños vean)”, argumenta.
En mayo del 2007, por ejemplo, el Comité Federal de Radiodifusión (COMFER) sancionó a ShowMatch y a todos los programas que repitieron el baile del caño de la vedette Nazarena Vélez. Fue retransmitido en horario sin restricción y sólo entre el público que estuvo en las tribunas del programa había 100 niños.
El COMFER insta a no violar las reglamentaciones vigentes sobre buen gusto, obscenidad y el respeto a los menores.
Los productores locales consideran que si los desnudos tuvieran otro propósito, que no fuera el rating, sería distinto.
El productor Gabriel Canci opina que en Tinelli “se van de mambo”.
“Dejaron de ser desnudos cuidadosos y artísticos. Atenta contra la sensualidad, porque lo obvio deja de ser interesante. Y la gente ya está cansada de eso”, manifiesta.
Una opinión similar es la del productor de Estricta de Canal 7, Juan Pablo Candisano, quien cree que Bailando por un sueño es un buen programa, pero podría prescindir de ciertas ropas y pasos de baile tan eróticos.
“Me molesta que aparezcan desnudos en la televisión abierta, porque creo que hay que cuidar la intimidad. Nuestra audiencia sigue siendo más conservadora”, asegura.
El desnudo como arte
Distinta es la apreciación de estos productores con la “ropa ligera” como culto a la belleza.
El director de Producción Cultural de la Secretaría de Cultura de Mendoza, Alberto Carmona, distingue que existen desnudos con criterio artístico que suelen provocar pero siempre con respeto y buscando la armonía.
“Los de la televisión buscan provocar sin sentido”, afirma.
Carmona estuvo detrás de los desnudos que se mostraron en el Acto Central de la Vendimia este año. Adelanta que en el 2009 pretende traer muestras con cuerpos pintados.
Otros desnudos que también tienen sus seguidores y detractores son las fotos de Spencer Tunick y el programa Nus, de la TV catalana.
Exhibiciones polémicas
Muchos se preguntan si los desnudos que hizo en el obelisco el fotógrafo estadounidense Spencer Tunick, donde 450 bonaerenses se quitaron la ropa, es arte. Lo mismo con un programa de TV3, la cadena autonómica catalana, llamado Nus, que desde agosto muestra a 23 personas, quienes sin tapujos hablan de su cuerpo y de sus relaciones interpersonales.
A Tunick lo demandaron por “exhibiciones obscenas y abuso de autoridad”, basado en el reclamo de que los participantes corrían con sus partes íntimas al aire, muchos con copas de más. Aun así, nadie ha negado que el producto final es interesante.
Para evitar resquemores, los catalanes insistieron en que ellos destacan la elegancia y temas como el envejecimiento y la seducción.
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