jueves, 24 de abril de 2008

36,74% de las mendocinas desearían ser mantenidas por su pareja


Esta llamativa conclusión surge de una encuesta realizada por UNO. En segundo lugar figura el “clásico” casarse y formar familia.

Diario UNO en su versión digital invitó a las mendocinas a expresarse sobre sus sueños más anhelados. Entre las opciones figuraron: casarse y formar una familia, ser mamá, tener éxito profesional, ser bella por mucho tiempo y conseguir una pareja que la mantenga y le permita disfrutar a pleno la vida.

Las respuestas obtuvieron dispares adhesiones (ver gráfico) pero la última opción resultó ser la ganadora, poniendo en relieve una opinión que muchas mujeres se animan a decir en voz alta mientras que otras –a riesgo de parecer “huecas”– prefieren callar, pero en el fondo, desean encontrar a un señor que les permita darse una buena vida.

Para la sexóloga Alejandrina Román de Giro, esta curiosa respuesta tiene su fundamento en el origen mismo de la especie humana.

Y explicó: “Para mí, esto de ser mantenida tiene que ver con el origen filogenético de la especie que está grabado en los cerebros desde la antigüedad. Hay estudios antropológicos hechos sobre este tema, como los de Helen Fisher, que determinaron que el primer sexo fue el de la mujer y no del hombre. Pero entre ambos existe un contrato sexual que lo diferencia de los animales”.

¿ En qué sentido?, se le preguntó a Román de Giro. “En que los animales sólo tienen sexo durante el celo, en cambio los hombres practican su sexualidad a voluntad”, contestó.

Y continuó diciendo: “Cuando el hombre se paró, las hembras empezaron a tener crías siendo muy precoces, lo que las llevó a necesitar mayor protección de los machos para que proveyeran alimento y las cuidaran de los ataques externos. Está comprobado que aquellas hembras que tenían las crías y reiniciaban su sexualidad más pronto, conseguían que sus crías sobrevivieran”.

En cuanto a las otras respuestas, Román de Giro interpreta que “son emergentes de mandatos culturales muy fuertes que durante siglos se mantuvieron así. Esos mandatos, como por ejemplo que la mujer ‘debe’ casarse, está en proceso de transformación”.
Sin embargo, considera que no es fácil que se pierdan y lleguen los días en los cuales las mujeres puedan sentirse desarrolladas de forma independiente, sin tener que obedecer a esos mandatos. “Además –advierte la profesional– depende de lo que signifique para cada una ser plena”. / Carina Pérez (UNO).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Andate al Dalvian: 98% SON MANTENIDAS POR SUS MARIDOS !!!!!