viernes, 27 de junio de 2008

Muchas mendocinas eligen al hombre por la billetera


Lo revela la encuesta de la versión digital de UNO respondida por 3.074 lectores. En sociología la justificación es que ellas buscan al padre de sus futuros hijos.

Hace una semana Diario UNO publicó una encuesta en la que el 45% de los hombres confesaron que lo primero que le miran a una mujer es la cola. Ahora se les preguntó a ellas qué les atrae más de un varón, y contestaron que el patrimonio.

Llama la atención que después del dinero las chicas se interesan de forma bastante pareja en la cola, la inteligencia, la altura, los dientes y hasta en los indicios de calvicie. Esto presume que son bastante idealistas a la hora de decidir a quién vale la pena coquetearle. Quieren al hombre perfecto.

En un popular foro de Yahoo los hombres mostraron preocupación frente a las féminas que quieren acapararlo todo.

Muy sensato, un cibernauta escribió que al medirse las relaciones con el patrón dinero, muchos han llegado a la conclusión de que no vale la pena proyectarse en pareja pues con unas monedas podés llamar la atención de una chica superficial con quien pasar el momento. En otras palabras, este usuario de internet les echaba la culpa a las mujeres de provocar que los sentimientos se hayan desvirtuado.

En sociología, Graciela Cousinet explicó que el materialismo es una responsabilidad compartida, porque también hay caballeros que siguen implementando el modelo patriarcal de pagar la cuenta y ganar más que la compañera.

“Algunos están pasando por una crisis de identidad, ya que por miles de años la economía se desarrolló en torno a la agricultura. Las madres estaban subordinadas, y el padre proveía”, precisó.

Otra concepción que se deriva del patrimonio es que lo material toma importancia cuando llega la hora de formar una familia.

“La que esté en edad de casarse seguramente se fije en los bienes porque querrá estabilidad económica para sus futuros hijos. Más allá de lo romántico, ésa será su prioridad”, detalló.


Y la química qué
Cousinet relató que del modelo patriarcal se acostumbró a que la niña era dada en matrimonio incluso antes de nacer. Por mucho tiempo la parte hormonal estaba silenciada, y si se daba un caso de amantes, era un escándalo.

“Esas normas sociales se debilitaron y apareció el enamoramiento. En la selva quizá el físico determine lo que le resulte atractivo a un individuo. En ese ámbito se habla de los rasgos sexuales secundarios que diferencian lo femenino de lo masculino. Ellas buscan a un tipo alto, con espalda ancha, y ellos a su complemento, alguien con cintura, sin vello. Pero la cultura actual es más compleja que eso, por lo que la sabiduría también puede ser un detonante de la química”.

Para la socióloga enamorarse es uno de los grandes misterios.

“Si te fijás –puntualizó– nunca te enamorás de alguien de diferente clase social. Estamos condicionados a que nos guste alguien con quien compartamos similitudes culturales, incluso de edad. Hay personas que no aparentan sus años, entonces es lo primero que le preguntamos”.

Para protegerlas
Las capacidades físicas de un galán son claves para que una chica decida fijarse en él. En la encuesta de la versión digital de UNO, la cola resultó el atributo que más miradas se lleva.

En la encuesta anterior, dirigida a los varones, también esa parte del cuerpo fue la mejor valuada por ellos. En la ocasión, la sexóloga Alejandrina Román de Giro explicó que filológicamente los primeros seres copulaban en cuatro patas, por lo que la cola despertaba sensaciones que quedaron grabadas en el inconsciente colectivo.

Que la mujer discrimine un buen trasero, y además que el sexo opuesto tenga mayor estatura, más pelo y una sanidad en sus dientes también tienen una explicación psicológica.
Erica Guidolín, de la Asociación de Pareja, Familia y Grupo, confirmó que se les da valor a la protección y seguridad que dan dichos atributos.

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