El teléfono celular y la televisión son otros medios indispensables para los 1.727 lectores que respondieron la encuesta semanal de la versión digital.
La versión digital de UNO les preguntó a sus lectores de qué tecnología de la información y la comunicación (TIC) sienten mayor dependencia. De 1.727 respuestas, el 39,5% confesó una fijación especial por internet, el 33,5%, que son asiduos al celular; el 23%, no se despega de la TV y el 4% usa con mucha frecuencia el teléfono fijo.
Un experto en TIC y catedrático de la Universidad Tecnológica Nacional, Raúl Tonelli, advirtió que la dependencia al celular puede llegar hasta al 100% de los adolescentes, mientras que internet es más común entre usuarios de 20 a 40 años. Lo importante, dijo, es el uso que se les dé a estas herramientas.
Independientemente de las horas que se dediquen al chat o a hablar por celular, el profesor opinó que un síntoma adictivo es cuando se deja de hacer una actividad al aire libre o familiar para estar conectado.
La adicción detona en personas con baja autoestima (ver aparte). Además de eso, Tonelli piensa que hay un mensaje encubierto que provoca adoración por las TIC: hay un afán por mostrarse, incluso con fotos en ropa interior, porque se cree que alguien los descubrirá y serán famosos. “Es lo que venden los medios. No importa lo que estudies, lo que pienses. Sólo importa el cuerpo”, dijo.
Lo nocivo de este exhibicionismo es que se presta para ser carnada de pedófilos y secuestradores. Hasta junio desaparecieron 550 jóvenes en manos de estas redes de tráfico.
Positivo o negativo según el uso
En un simple ejercicio a través de Google, hay palabras que arrojan más resultados que otras. El término “telescopio” está en 3.550.000 sitios, mientras la palabra “sexo” relacionada con la pornografía se repite 119.000.000 de veces. Asimismo, “amor” aparece en 231 millones de casos. Es decir que el buen o mal uso que se les dé a estos portales depende del usuario.
Tonelli es de la idea de que sólo el 15% de la información que hay en internet es inadecuada. “En las escuelas se está formando tecnológicamente, pero no existe una formación integral, de concientización para saber lo que se debe hacer con eso”, dijo. Lo mismo con el uso del celular: hay alumnos que se han grabado pegándoles a sus compañeros o manteniendo relaciones sexuales. “El consejo es que los padres acompañen a sus hijos y les inculquen el valor de familia y responsabilidad”, cerró.
Los adictos al diálogo impersonal
El auge del teléfono, internet o televisión ha hecho las relaciones humanas cada vez más impersonales. “Ya no importa quién está al otro lado del computador o el celular, no hay compromiso de asistir a una cita; si no me gusta cómo respondió, le corto o lo desconecto”, aclara el profesor en Tecnologías de la Información, Raúl Tonelli.
Está el ejemplo del chico que no se atreve a hablar con una muchacha, pero a través del celular o el chat se hace el gracioso. Otros ni siquiera publican sus fotos reales en el messenger.
En psicología, un individuo que se aprovecha de la impersonalidad para mentir posee un déficit de confianza y una sensibilidad a la evaluación negativa, de ser criticado y rechazado.
Esto acarrea rencor y un vacío interior. En consecuencia, los deseos frustrados se canalizan a través de situaciones que brinden una satisfacción inmediata.
En casos extremos, se desarrolla una fobia social y se hace un uso abusivo de las tecnologías de la comunicación.
Se pierde el encuentro con el otro.
El psicólogo Andrés Gottfried describió que un hombre adicto a internet, por ejemplo, siente que no es nadie si se desprende de eso.
Curiosamente, vive en una desesperación interior pese al éxito exterior.
Un patrón general de conducta es una elevada ansiedad.
Para revertir ese vacío existencial, cada uno debe descubrir las razones y los motivos que son importantes en su vida.
Algunos combaten esa soledad practicando un deporte o estudiando un idioma.
Para saber si se está en el límite de esa desesperación interior hay que medir cómo va la productividad en el trabajo, los estudios y la relación de pareja.

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