Lo reveló la encuesta digital de UNO. De todas formas, son muchos los que siguen las predicciones en los medios. Religiosos y científicos desacreditan la astrología.
María es geminiana, según el horóscopo chino es perro y según el calendario maya, ardilla. Tratar de complementar cada interpretación es un gran trabajo para ella. Encima, hay subvariedades: una dirigida a ellas y otras para ellos, y hasta una que describe exclusivamente cómo será el comportamiento en la cama.
Mucha información, que para algunos es desinformación.
Eso puede explicar que el 63,9% de los lectores que contestaron la encuesta de la versión digital de UNO dijeran que no creen en el horóscopo. Sólo el 7,5% declaró que sí cree, y bastante, y el 28,6%, que lo sigue un poco.
Pero ser escépticos no significa que no se consulte.
Para la astróloga Alicia Contursi, el Zodíaco es, lejos, lo más leído y escuchado. Y ejemplifica: “No puedo faltar al Canal 7”, en donde anuncia lo que le depara a cada signo en Despierta Mendoza.
El único cuidado que hay que tener, confesó, es que hay personas que se apresuran en escribir un horóscopo e incluso lo inventan. Por eso, recomendó que una astrología seria significa un estudio y un análisis matemático que puede verse en la carta natal.
Esta carta es un diagrama que representa las posiciones de los planetas respecto de la fecha, la hora y el lugar de nacimiento. Más que predecir el destino de los hombres o pronosticar los sucesos terrestres, se usa como una potente herramienta en el proceso individual de autoconocimiento.
“Puede conocerse lo que cada uno debe superar para entrar en una nueva conciencia, pues no entraremos a la próxima era sin resolver los conflictos”, expresó en alusión a la Séptima Profecía de los mayas sobre un cambio radical que sufrirá el mundo en el 2012.
Por una carta así, los especialistas cobran entre $125 y $250. En internet puede obtenerse gratuitamente; claro que un simple error matemático cambia la lectura drásticamente. Según Contursi, una página confiable es www.astro.com. También está www.losarcanos.com, donde además hay una animación especial para tirarse las cartas en línea.
Para el sacerdote Lalo Contreras (45), de la parroquia Sagrada Familia de Guaymallén, que los cristianos sean seguidores del horóscopo es una preocupación, porque a diario le toca darles consejos espirituales a fieles que malgastaron plata en astrología o curanderos.
“Se sugestionan, les afecta el bolsillo y sufren mucho. ¡Pobre de los que caen en esas redes! Deben saber que Dios bendice a todos sus hijos y les da nuevas oportunidades”, manifestó, utilizando de base el libro de Catecismo 2.116, que rechaza los métodos de adivinanza.
Otro sector que está en contra del horóscopo es la ciencia. El físico del Pierre Auger Julio Rodríguez Martino dio fe de que es imposible que la posición de los astros influya sobre el comportamiento de los seres humanos, porque se encuentran a miles de millones de kilómetros.
La astrología se basa en la posición del sol respecto de las constelaciones o grupo de estrellas que el hombre relaciona con figuras. Rodríguez aseguró que esto es aparente, ya que las estrellas en realidad no están juntas, lo cual explica que a ambos lados del continente no se ven las mismas formas.
Esto suena ridículo y lo es (Por Fernando Toledo)
Que la astrología no funciona está a la vista de todos, otra cosa es que algunos no quieran verlo. No es sólo que la literatura astrológica tenga escasa capacidad predictiva, es que a la luz de lo que hoy sabemos resulta absurda desde todos los aspectos.
¿Pruebas contra la astrología? Muchas. Por ejemplo, ésta supone que tanto la personalidad como el futuro de una persona están cincelados por la fuerza (gravitatoria, suponemos) de los planetas y la influencia que éstos ejercen en la vida de las mismas. Podríamos preguntar: ¿y por qué sólo los planetas ejercen esa influencia y no cuerpos enormes que están mucho más cercanos que estos planetas? Y podríamos seguir: ¿por qué se toma como referencia nuestra fecha de nacimiento? Esto es problemático: si los planetas ejercen influencia sobre nosotros sólo cuando hemos nacido, ello nos haría pensar que el vientre materno “protege” de las influencias de los astros. Algunos bromean con que si nos metiéramos en una especie de “cabina de carne” estaríamos eximidos de cualquier influencia astrológica.
Sí, todo esto suena ridículo porque ridículo es el asunto. Piénsese que, según el horóscopo de hoy, a 500 millones de personas el día le depara lo mismo. ¿A todas las víctimas de una catástrofe aérea, por ejemplo, se les predijo un “mal día”? ¿Eran todos del mismo signo? No.
La astrología es, ya se sabe, una pseudociencia, aunque pretenda ser ciencia verdadera. La mona vestida de seda, mona queda.
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