Desde el cuidado del agua hasta ver una obra de teatro es cultura. Sobre el consumo, los creadores locales observan que el público prefiere lo importado.
La versión digital de Diario UNO les preguntó a sus lectores “¿qué nivel cultural tenemos los mendocinos?”. De 3.665 respuestas, el 5% dice que es un nivel alto, el 41% considera que está dentro de la media y el 54% cree que es bajo.
En el debate on line que suscitó esta encuesta, entre los usuarios que escribieron Andresmayo comentó que “el mendocino varía mucho según su cultura y conocimiento de su entorno dependiendo de la clase socioeconómica”. Cordobecita agregó que “el nivel cultural se refleja en la inseguridad”.
La palabra cultura es definida como el “conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico; los modos de vida y costumbres de un grupo social, y el conjunto de manifestaciones en que se expresa la vida tradicional de un pueblo”, según la Real Academia Española.
En ese sentido cultura es el hombre que trabaja la tierra, el joven que pertenece a una tribu urbana o la señora que hace ravioles los fines de semana. Pero comúnmente se la relaciona más con el grado de conocimiento y consumo cultural (ver aparte).
La cultura mediática
Uno de los referentes que trabajan por la cultura, la escritora Susana Tampieri, alertó que en sus 41 años de trayectoria en el teatro ha notado que “el público va poco a las funciones de acá, pero asiste a lo que viene con la marca registrada de la TV y paga la entrada con la tarjeta de crédito si no tiene plata. Es lo que se llama mentalidad de masas”.
Ella se quejó de que con mayor financiamiento el arte local podría darse a conocer más. “No pasamos del Arco de Desaguadero. Y lo peor es el desinterés de los funcionarios, que ni siquiera van al teatro”, afirmó.
Como voz oficial, Jorge Marios, director de Coordinación de Acción Territorial de la Secretaría de Cultura, coincidió en la falta de difusión.
“En Tupungato, Tunuyán, los pub tienen sus artistas. Pero lo que no está mediatizado no existe. Este sábado por ejemplo en Salto de las Rosas, un distrito de San Rafael, habrá un encuentro de bibliotecas, que es una movida de organizaciones que no perciben sueldo y trabajan por la cultura de Mendoza”, expresó como modo de demostrar que hay diversas acciones culturales como lo sanmartiniano, lo agroindustrial y lo que se conoce como patrimonio intangible, que serían las costumbres de limpiar la vereda y cuidar el agua.
Marios concluyó también que haría falta generar audiencias, “que la gente quiera ver obras plásticas”.
“Para eso hay que crear un hábito y una continuidad de una oferta atractiva. Que la comunidad asuma esta responsabilidad y una docente de Artes Plásticas, por ejemplo, lleve a sus alumnos al ECA y los incite a disfrutar de los que están mirando”.
El director del Fondo Provincial de la Cultura, Roberto Mons, entregó datos sobre lo que se ha financiado este año en Cultura. Reconoció que los fondos nunca son suficientes, sin embargo, “todas las propuestas se finalizan”.
Especificó que de una demanda de 5 millones para ejecutar proyectos se otorgó un fondo para la cultura de $850 mil. Además se destinó $1 millón 700 mil pesos a la preservación patrimonial y $400.000 para bibliotecas populares.
Tecnológico y de Servicios (IDITS) hizo un estudio sobre consumo cultural y llegó a la conclusión de que “el público mendocino es consumidor de cultura, y desconoce que aquí se puede producir cultura en términos de industria; desconoce la oferta, aunque tiende a valorar positivamente lo local”. El informe, elaborado por Marcelo Padilla y Lucía Bagini, detalla que:
nPara el 27,7porciento de las personas el gasto en productos culturales significa “distracción” y para otras, “tener mayor información” (19,8porciento).
nEl 93porciento mira televisión en su tiempo libre, el 73porciento escucha radio y el 36porciento asiste a conciertos y espectáculos.
nEl nivel de instrucción está asociado con las salidas a espectáculos. A partir del nivel de instrucción secundario el porcentaje de los que leen diarios es mayor al 60porciento y revistas, mayor al 40porciento.
nDe los que asisten al cine, sólo el 7porciento lo hace semanalmente y el 27porciento, una vez al mes. Las preferencias mayoritarias están en las películas norteamericanas (50,7porciento) y luego las vida y costumbres de un grupo social, y el conjunto de manifestaciones en que se expresa la vida tradicional de un pueblo”, según la Real Academia Española.
En ese sentido cultura es el hombre que trabaja la tierra, el joven que pertenece a una tribu urbana o la señora que hace ravioles los fines de semana. Pero comúnmente se la relaciona más con el grado de conocimiento y consumo cultural (ver aparte).
La cultura mediática
Uno de los referentes que trabajan por la cultura, la escritora Susana Tampieri, alertó que en sus 41 años de trayectoria en el teatro ha notado que “el público va poco a las funciones de acá, pero asiste a lo que viene con la marca registrada de la TV y paga la entrada con la tarjeta de crédito si no tiene plata. Es lo que se llama mentalidad de masas”.
Ella se quejó de que con mayor financiamiento el arte local podría darse a conocer más. “No pasamos del Arco de Desaguadero. Y lo peor es el desinterés de los funcionarios, que ni siquiera van al teatro”, afirmó.
Como voz oficial, Jorge Marios, director de Coordinación de Acción Territorial de la Secretaría de Cultura, coincidió en la falta de difusión.
“En Tupungato, Tunuyán, los pub tienen sus artistas. Pero lo que no está mediatizado no existe. Este sábado por ejemplo en Salto de las Rosas, un distrito de San Rafael, habrá un encuentro de bibliotecas, que es una movida de organizaciones que no perciben sueldo y trabajan por la cultura de Mendoza”, expresó como modo de demostrar que hay diversas acciones culturales como lo sanmartiniano, lo agroindustrial y lo que se conoce como patrimonio intangible, que serían las costumbres de limpiar la vereda y cuidar el agua.
Marios concluyó también que haría falta generar audiencias, “que la gente quiera ver obras plásticas”.
“Para eso hay que crear un hábito y una continuidad de una oferta atractiva. Que la comunidad asuma esta responsabilidad y una docente de Artes Plásticas, por ejemplo, lleve a sus alumnos al ECA y los incite a disfrutar de los que están mirando”.
El director del Fondo Provincial de la Cultura, Roberto Mons, entregó datos sobre lo que se ha financiado este año en Cultura. Reconoció que los fondos nunca son suficientes, sin embargo, “todas las propuestas se finalizan”.
Especificó que de una demanda de 5 millones para ejecutar proyectos se otorgó un fondo para la cultura de $850 mil. Además se destinó $1 millón 700 mil pesos a la preservación patrimonial y $400.000 para bibliotecas populares.
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