jueves, 26 de febrero de 2009

Para el 86%, la elección de la Reina de la Vendimia está arreglada


Eso según los lectores que contestaron la encuesta digital de UNO. El escribano que durante 21 años ha hecho el conteo dice que nunca le pidieron manipularlo.

Hay un mito urbano que hace 72 años se divulga, y es que la elección de la Reina de la Vendimia está arreglada. Por lo menos es así “desde 1937, cuando se dijo que Junín entregó dos tractores a la provincia a cambio del reinado”, según recordó un historiador de la fiesta, Fabián Sevilla.

En la encuesta de la versión digital de UNO, 3.773 lectores coincidieron en que ese rumor es cierto. El resto, que fueron 632 personas, el 14% del total, aún cree en la autenticidad del escrutinio.

El escribano general de Gobierno, Guillermo Amaya, quien desde hace 21 años es el encargado de contabilizar los votos y dar fe del veredicto, aseguró que “jamás recibí una sugerencia de hacer un fraude”.

“Lo único que me piden es que sea rápido, así que si notas que la diferencia es mucha, no se pierde tiempo con los conteos parciales”, agregó.

En su labor le ha tocado estar en certámenes conflictivos como el protagonizado por la virreina saliente, María Fernanda Beldarrein (2002), quien acusó de que la soberana electa en el 2003, Anabel Molina, fue un arreglo político para beneficiar al intendente de Godoy Cruz de ese año, César Biffi. También le tocó contabilizar en el 2007 el cuasiempate de María Paula García, de Guaymallén, quien obtuvo la corona por un voto de diferencia y que por un error de los locutores no se había cantado (ver aparte).

Pero ni estos percances para Amaya son sustentables para hablar de un fraude. “La votación es de los más limpia, porque no hay intereses económicos. Sí se hace lobby en el palco central, donde se elige la candidata que les cae bien”, expresó.


El lado político

Si el color político influyera en la elección, este año debería coronarse una reina de los departamentos del Partido Justicialista: San Rafael, San Martín, Tupungato, Santa Rosa, General Alvear, Malargüe, Las Heras, Maipú, Lavalle o Guaymallén.

El intendente de esta última comuna, Alejandro Abraham, aclaró que “no hay ningún beneficio económico, y obviamente voy a votar por mi candidata porque es una tradición”.

Al jefe comunal le ofuscó que se hable de arreglos, porque “son maniobras que ensucian la fiesta con politiquería, que pregonan grupos que piden que se chifle al gobernador. No deberían tomarlo como acto político, pues si quieren protestar tendrían que organizar una marcha”.

Con la urna a cuestas

Amaya contó como anécdota que el día del Acto Central él anda “con la urna a cuestas desde las 18 hasta la medianoche por distintos sectores, para que voten 25 personas del público, 15 periodistas, 15 reinas de mandato cumplido, y el resto (195) otorgado a los intendentes y esposas, funcionarios del gobierno, oficiales y a veces embajadores, quienes suelen ocupar otro palco” (es así desde el 2004 por orden de Julio Cobos).

El único detalle que confesó el escribano, y que va en desmedro de las candidatas, es que “no se controla de donde viene el público que vota. En una oportunidad, una familia entera votó por su preferida. Pero aquí, el que viene primero, viene primero”.

Así puede tomar ventaja la representante de un departamento más poblado o cerca del Gran Mendoza, “pero sólo representan el 10% de los votos, lo cual no es tan significativo”, opinó.

Hubo escrutinios polémicos

En el 2007 una omisión involuntaria en la locución hizo que al público le diera empate la elección de la Reina de la Vendimia, mientras el jurado coronaba a Paula García de Guaymallén con 51 votos.

Dos periodistas de Diario UNO pidieron que se hiciera nuevamente el conteo para descubrir dónde estaba el error. Desde entonces un representante de los medios está presente en el conteo. El año pasado, Fabián Sevilla fue testigo de eso, y según él “no hay forma de sumar votos”.

A su juicio que una soberana tenga ventaja depende del lobby, “y por eso Capital es anfitriona y no compite, pues sino ganaría al tener más gente en el público”.

El periodista recordó que en los últimos años hubo otros hechos polémicos, que ya forman parte del folclore vendimial.

Es el caso de la virreina Nacional de la Vendimia del 2002, María Fernanda Beldarrein, quien en el 2003 adujo que tuvo una reunión extraprotocolar en su casa, con toda la corte de Godoy Cruz. Allí supuestamente algunas soberanas le habrían confiado que el jefe de prensa les había dicho que la elegida sería Reina nacional, pues el gobernador Roberto Iglesias se lo prometió al intendente César Biffi.

No hay comentarios: