jueves, 30 de abril de 2009

82% de lectores sacrifica por la crisis las salidas


El dato surge de la encuesta de la versión digital de UNO, donde el 82% de los lectores optó por sacrificar el entretenimiento. Dicen que el consumo es “selectivo”.


Ante la crisis económica lo primero que disminuyen son las salidas o actividades de entretenimiento. Eso es lo que opinó el 82% de los 4.438 lectores de la versión digital de UNO siguiendo la consigna “si las cuentas no te cierran, ¿qué recortás del presupuesto del hogar?”.

En el segundo lugar de la encuesta, que tuvo una gran respuesta de parte de los internautas, quedó la opción de ahorrar en tecnología (celular, internet) con el 13% de los votos, mientras que el 3% aseguró que para llegar a fin de mes recortaría alimentos (primeras marcas, golosinas y congelados). Sólo el 2% dijo que reduciría gastos en salud (medicina prepaga, cuota del hospital).

El entretenimiento no es prioridad para muchas familias mendocinas y eso quedó demostrado en que, según empresarios vinculados a ese rubro durante lo que va del 2009 en la provincia, hubo una baja en la demanda de cine, restoranes y teatros, si bien esta tendencia no fue tan marcada. Se evidencia, según coincidieron los consultados, una inclinación por “las propuestas más económicas” o tal vez “una disminución en las frecuencias con que se realizan este tipo de actividades”.

Frente a la crisis, el que sale a la calle es algo así como un consumidor “más selectivo”, según el sondeo diario de los comerciantes.

Otro aspecto a considerar, como apuntó el sociólogo y decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo, Juan Carlos Aguiló, es que “si bien es cierto y lógico que una familia para llegar a fin de mes reduce los gastos menos necesarios, los bienes culturales, más aún en un contexto de crisis, deberían estar al alcance de todos”.

“No estamos hablando de bienes suntuosos como un collar de perlas cultivadas –agregó Aguiló– que no contribuye al bienestar de una familia, sino de productos que reditúan educación, contribuyen a la salud mental y son tan necesarios como acceder a una enseñanza básica”.

El debate conduce entonces hacia la pregunta de si el mendocino realmente prescinde de las actividades que lo hacen despejarse aun cuando llegar a fin de mes se convierte en una pesadilla o se las rebusca para darse el gustito con el mínimo ahorro.

Consumidor selectivo y en crisis
“Si la que ponés en escena es una obra de alto vuelo, con contenido y grandes actores, el público va aunque tenga que postergar algún gasto”, opinó Luis Galeone, productor de espectáculos teatrales de la plaza local.

Casi en sintonía con sus palabras, Germán Calcaño, de Village Cines, dijo que “ la afluencia depende de lo que proponga la cartelera. Obviamente que si el salario es menor las personas no se dan el gusto de ver cualquier cosa sólo por el hecho de ir al cine, sino que priorizan la salida cuando hay algo atractivo para ver”.

En el rubro gastronómico la situación no es diferente. “La crisis se siente en la calle, pero por ahí quienes cuentan con la posibilidad eligen un lugar más económico que se adapte medianamente a sus expectativas. Los gustos no se recortan, lo que pasa es que las personas se acomodan”, cerró Alberto Romero, de la Asociación de Hoteleros y Gastronómicos.

Sólo hay que emplear el ingenio


Tal como publicó Diario UNO en la edición del domingo 26 de abril, más vale agudizar el ingenio y diseñar una estrategia de ahorro que volcarse abruptamente por recortar todo gasto cercenando el tan valioso entretenimiento.

Entre otras tácticas el artículo propone analizar los gastos fijos (luz, agua, teléfono) y eliminar servicios extras que puedan engrosar el monto de la factura a pagar sin necesidad. Otra opción es controlar el consumo de gas y luz y, en el supermercado, respetar a rajatabla la lista para no incurrir en gastos innecesarios.

En lo que respecta al entretenimiento, no siempre la mejor opción es quedarse en casa. Disminuir la frecuencia de salidas 

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