miércoles, 15 de julio de 2009

El 84% no hace dieta en invierno


Ésa fue la respuesta de los lectores de diariouno.com.ar. Nutricionistas dicen que es por una menor exposición del cuerpo. Afirman que los guisos son beneficiosos.

Informe: Cecilia Osorio
cosorio@diariouno.net.ar

Es cierto que cuando hace frío las personas tienden a sumar kilos y liberarse de las restricciones del verano. O por lo menos así lo creen los lectores de diariouno.com.ar que esta semana respondieron a la encuesta: “¿Te cuesta hacer dieta en invierno?”.

La brecha fue amplia, y sobre un total de 984 casos, el 84% (831 votos) de los encuestados se volcó por el “sí”, mientras sólo el 16% (153 votos) dijo que no tenía dificultades para cuidarse de los excesos en las comidas durante esta época del año.

Desde la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas Dietistas aceptan que, cuando sobrevienen las bajas temperaturas, hasta al más saludable le cuesta evitar los tentadores guisos o comidas calientes que suelen tener un lugar de privilegio en los almuerzos familiares. Además, sostienen que es el propio metabolismo el que requiere más kilocalorías para enfrentar el invierno.

Pero también admiten que las personas se toman “mas licencias”, por que, como el cuerpo se expone menos que en verano, hay una menor presión para bajar de peso.


Ojos que no ven...

“Nos tomamos más licencias durante los períodos de frío, se comen platos más calóricos y se suelen sobrepasar las cantidades o porciones, sumado a una menor presión por bajar de peso”, explicó la nutricionista Celeste Concilio a UNO, quien forma parte de la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas Dietistas, respecto de una conducta que se da tanto en hombres como mujeres. Es que la idea extendida de que cuando el traje de baño se guarda en el placard hay más libertad para darse el tan esperado gustito, hace que plantearse una alimentación equilibrada sea poco más que una proeza.

Según el análisis de la especialista, la alimentación en el invierno incluye en general “platos y preparaciones calientes, lo que hace imposible el consumo de vegetales crudos, y suele ser más difícil su inclusión diaria como es la recomendación. Con las frutas no sucede lo mismo, ya que se eligen tanto en invierno como en verano”.
Los guisos están permitidos

Creer o reventar, pero esos cuantiosos guisos de lentejas y legumbres que las abuelas suelen preparar para paliar el frío pueden comerse sin culpas. La nutricionista lo explica así: “Permiten la inclusión de variados alimentos en un solo plato (hortalizas varias, carnes, legumbres, cereales, agua y aceites). Lo importante es cuidar las proporciones en los agregados y evitar el exceso de grasas en los mismos, además de consumir porciones chicas”.

Comer para mejorar las defensas

En base a cuán restringida sea la dieta, será la posibilidad de ser más propensos a ciertas enfermedades. Por eso, Concilio agregó que para lograr un estado saludable “diariamente es necesario ingerir cereales, una porción como mínimo de carnes blancas o rojas, dos porciones de leche o yogur, una o dos porciones de queso, 4 a 5 porciones de frutas y verduras, y al menos dos o tres cucharadas de aceites, en crudo”.

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